Largo resulta el proceso de este oficio, que comienza con la recolección de las fibras al interior de las montañas y entradas de agua hacia la cordillera. Luego continúa un lento proceso de raspaje, limpieza y ablandamiento del material a través del remojo en agua, para poder manipular y enredar las fibras sin que se dañen o se quiebren.

A diferencia de otros oficios, la cestería exige poca indumentaria y su principal herramienta son las manos. Por esta razón el trabajo se ve medido en tiempos por la capacidad de las manos de trabajar de manera continuada, hasta que el agotamiento y dolor comienza a aparecer. Así como las fibras deben esperar su tiempo suficiente para ablandarse en el agua, las manos necesitan su tiempo para reponer sus articulaciones y heridas que deja este arduo trabajo para lograr los entramados de canastos y pantallas de lámparas.

El trabajo del Voqui pil pil se ha visto amenazado debido a que plantaciones de pino y Eucalyptus y el calentamiento global ha provocado una disminución de esta materia prima, lo que ha aumentado la conciencia en quienes la trabajan de su extracción y la importancia de su protección para asegurar el desarrollo de este oficio en el tiempo.